sábado, 3 de junio de 2023

¡La dicha del perdón! Salmo 32

 Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado.

Bienaventurado el hombre a quien Jehová
no culpa de iniquidad,
Y en cuyo espíritu no hay engaño.
 
 
3 Mientras callé, se envejecieron mis huesos
En mi gemir todo el día. 

4 Porque de día y de noche
se agravó sobre mí tu mano;
Se volvió mi verdor
en sequedades de verano. 
5 Mi pecado te declaré,
y no encubrí mi iniquidad.
Dije:
Confesaré mis transgresiones
 a Jehová;
Y tú perdonaste
la maldad de mi pecado. 
Esto es lo que pasa en nuestro cuerpo cuando lloramos ¡Llora, no te cortes!  - Cadena Dial 
6 Por esto orará a ti todo santo
 en el tiempo en que puedas ser hallado;

Ciertamente en la inundación de muchas aguas
no llegarán estas a él.
Tsunamis, la furia de los oceános - Fundación Aquae
7 Tú eres mi refugio;
me guardarás de la angustia;
Con cánticos de liberación 
me rodearás. Selah

8 Te haré entender, y te enseñaré

 el camino en que debes andar;

Sobre ti fijaré mis ojos.

9 No seáis como el caballo,
o como el mulo, sin entendimiento,
Que han de ser sujetados con cabestro y con freno,
Porque si no, no se acercan a ti. 
LA BOCA DEL CABALLO Por Oscar Scarpati Schmid | conociendo a los caballos
10 Muchos dolores habrá para el impío;
Mas al que espera en Jehová, 
le rodea la misericordia.

11 Alegraos en Jehová y gozaos, justos;
Y cantad con júbilo

todos vosotros los rectos de corazón.
Salmo 32 Reina Valera 1960